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martes, 31 de agosto de 2010

El sentido de la moral

Vereis, ya sé que hace algún tiempo que no escribo en mi blog aún cuando había prometido ser un poco más constante, aprovecharé para hacer un par de aclaraciones, la primera es que no soy de las personas a las que les gusten los halagos o críticas de forma pública, por lo tanto he borrado los pocos comentarios que me habeis ido dejando aquí y os agradecería que si deseais comentar algo sobre mis entradas lo hagais de manera privada o en los enlaces que hago en el muro del facebook.

Dicho esto, a lo que iba, muchos de los que me habeis conocido un poco, sabreis que desde que escuché alguna vez el lema de "no permitas que tu sentido de la moral te impida hacer lo que es correcto", he intentado hacer de esto mi norma en la vida, y quizás no lo comprendais pero intentaré explicaroslo.

Muchas personas, entre las que me incluyo, tenemos ciertos códigos morales que nos han inculcado nuestros padres, nuestra comunidad, nuestras creencias religiosas, etc. Obviamente, esto es digno de encomio porque, al menos las personas que hemos tenido la suerte de crecer en sociedades más o menos civilizadas solemos criarnos con ciertas bases éticas, como son la igualdad, la libertad, la fraternidad y normalmente nuestras normas morales van encaminadas al respeto mutuo y la comprensión al prójimo.

Sin embargo, esto no siempre es así, todos tenemos ciertos códigos morales propios que no calzan con el común de la sociedad, y muchas veces hay personas que intentan obligar a sus semejantes, sobre todo a los que pueden dirigir (En el caso de líderes políticos al pueblo, en el caso de jefes a empleados, en el caso de padres a sus hijos, etc.) a adoptar lo que ellos creen que son altos valores morales. Esto se da mayormente en el caso de las dictaduras que se alinean con ciertos grupos religiosos (recordemos los valores católicos de varias dictaduras como España, o los valores islámicos actuales en muchos países árabes), donde en nombre de la moral se persigue a grupos minoritarios los cuales no comulgan con la mayoría.

También, y lo malo de esto, es que todavía hay muchas personas que valiéndonos de nuestro sentido moral negamos la pequeña cota de libertad de nuestros semejantes en las que podemos influir. Yo, por ejemplo, no comparto mi idea moral con algunas personas, sinceramente, abogo por abolir tradiciones como las procesiones católicas, o que tengamos que aguantar manifestaciones de las minorías reclamando derechos que realmente no les corresponden. Sin embargo eso es lo que me indica mi sentido de la moral, no es lo que es correcto.

Y por contra, también esto debería funcionar en caso contrario, porque hoy vemos que las personas con valores morales más "abiertos" suelen atacar a aquellos con valores morales tachados de anticuados, sin embargo, y esta es una opinión, estas personas son víctimas de propagandas que incitan al común de las personas a creerse que mientras más "liberales" sean, más "avanzadas" o "progres" son, negando a sus semejantes con valores distintos esa misma libertad de la que supuestamente hacen gala.

¿Qué nos enseñan los hechos? Es muy simple, todos sabemos que la potencia mundial actual son los Estados Unidos ¿Qué le dan los EEUU al resto del mundo aparte de la Cocacola o el McDonalds? Vayamos a la televisión, las series americanas. Si os habeis fijado, todo lo que viene de allí te habla de dar libertad, los moralistas suelen ser los malos de la serie o de la película, siempre los protagonistas suelen ser parodias de personas de alta moral vistos desde un prisma totalmente negativos que se transforman en "buenos" cuando rebajan su moral para dar cabida al distinto, entonces la moraleja es muy clara, mientras más "permisivos" seamos, y esta "permisividad" siempre va disfrazada de "tolerancia", mejor seremos, y eso nosotros nos lo comemos y lo damos por muy bueno.

¿Cuál es la realidad? EEUU es uno de los estados más estrictos en cuanto a moralidad se refiere. Cualquiera puede saber que si bien podemos ver a presidentes estadounidenses de cualquier raza, como si eso fuese un triunfo de la libertad, lo cierto es que aún estamos muy lejos de ver a un presidente de EEUU que sea ateo, por ejemplo, obviamente ya no voy a entrar en a cuántos años luz estaríamos de ver alguno homosexual, por ejemplo.

Esto se debe a que los EEUU saben que por encima de su poder militar o económico, su verdadera fuerza está en el cuidado que ponen en preservar los valores morales (religiosos y patrióticos) que han infundido en su población. Allí se enfatiza el patriotismo como religión y se enfatizan los valores morales acentuando la religiosidad de su clase dirigente ¿Y qué venden al resto del mundo? Nos venden series que ridiculizan el patriotismo, nos venden películas donde los religiosos son intransigentes y nos venden el "libertinaje" disfrazado de "libertad", la "permisividad" disfrazada de "tolerancia" como apunté antes.

¿Y por qué? bien simple, si yo quiero ser el más poderoso del mundo, debo intentar que el resto sea débil, y qué manera mas fácil de hacerlo es aprendiendo de la historia, porque todos los antiguos imperios se han desmoronado cuando bajó la moralidad de sus dirigentes, cuando abandonaban los valores que los hicieron grandes y porque permitieron que países vecinos con valores éticos firmes les arrebataran el lugar que ellos poseían.

Por esta razón, aún cuando seamos muy liberales, más estrictos o si creamos en Dios o seamos ateos todos deberíamos aprender que existe un camino correcto tanto individual como socialmente, y deberíamos dejar de lado nuestro sentido moral para hacer lo que es correcto. A mi, quizás, me gustaría prohibir que los católicos saquen sus cristos crucificados (¡Cómo les puede parecer bien ver a Jesús crucificado!), pero lo correcto es que es mucho mejor que vayan detrás de este Cristo a que vayan detrás de la bandera de su equipo de fútbol. Asímismo, a quien le parezca que valores como el patriotismo son anticuados, tendría que ver que es mucho mejor fomentar la unidad nacional antes que ver a esos países que están peleándose entre regiones en vez de mejorar juntos.

Bueno, pues, espero escribirles pronto otra cosa.