Muchas veces escuchamos que alguien, ya sean amigos, conocidos o alguien por la tele, dicen o hacen cosas medianamente chocantes para nosotros, pero que sin embargo, son aplaudidas por el común de los mortales y nos hacen suponer que la única manera de conectarnos a la masa es aplaudir nosotros también porque sino seremos bichos raros o algo peor.
Digo esto porque últimamente el mundo que nos rodea está llendo a una locura más y más constante, pero lo peor no es eso, sino que estas cosas que suceden se consideran normales y si se te ocurre hablar en contra eres un retrógrado. La ilógica se apodera de la masa social y te hace pensar "¿Seré yo el loco?" porque al fin y al cabo si una gran mayoría de personas piensa de esa manera, y los que dicen los contrarios son rápidamente vilipendiados y ridiculizados, lo más seguro es que las cosas sean así ¿O no? ¿O si hablas, no con un grupo de gentes, sino con personas individualmente, verás que no es tan estúpido el individuo en sí, sino lo que es estúpido es la masa de individuos?
Obviamente, ejemplificaré la cuestión poniendo algunos casos en particular.
Mi primer caso a tratar es la relación de los homosexuales con la Iglesia, cualquiera que me conozca un poco sabrá que no sólo no soy católico, sino que considero a dicha iglesia responsable máximo de que el verdadero mensaje de Cristo no llegue a la gente común. Sin embargo, mucho se escucha por parte de colectivos de homosexuales el deseo de que el catolicismo se "abra" a recibirlos en su seno, criticando como algo propio del medievo el hecho de que dicha iglesia no acepte a los de su condición. Dichas críticas son aplaudidas por una gran parte de la masa social y por cada persona que se pone delante de un micrófono de televisión y radio, alegando cosas como el derecho de elección, la libertad sexual, etc. como argumentos incontestables a favor de una "modernización" de la iglesia, que, según muchas personas, debería adaptarse a los nuevos tiempos para dar cabida a gran parte de la sociedad. El que ose decir algo en contra (de vez en cuando algún cura o sacerdote superior, o bien algún ciudadano normal), es, como dije antes, objeto de las más fuertes críticas y/o escarnio por aquellos que apoyan el derecho de los homosexuales y seguramente en este punto muchos de ustedes no están todavía suficientemente desconectados de la masa y pensarán en que también están de acuerdo con estos colectivos en su lucha por "la libertad".
Por eso solicito que te desconectes un momento de la masa y pienses como persona que lee estas líneas como individuo.
Primero que nada, sabrás que el cristianismo (no la iglesia católica) lleva dos mil años de existencia, que se basa en las normas expresadas en la Biblia la cual prohíbe expresamente la homosexualidad (1 Corintios 6:9-10 por poner un ejemplo), como es natural y todos ustedes concordarán conmigo, la Iglesia Católica al menos dice (aunque en mi opinión se saltan a la torera el mensaje) que sigue la Biblia, que para los cristianos, es la palabra de Dios, por lo tanto, no puede cambiar en cuanto a esa doctrina, establecida en, digamos, su esencia fundamental. Esta es la razón por la que se estigmatiza tanto la iglesia como la Biblia tachándola de ir en contra de la libertad sexual del individuo, sufriendo ataques por parte de los grupos que luchan en favor de la libertad, de los derechos humanos, etc. o para ser más exactos, de los que dicen hacerlo.
Seguramente a todos les habrá pasado, y si no pues sabrán de lo que hablo, hay muchos lugares (Discotecas, ciertos tipos de restaurantes, clubes, hermandades, etc.) donde hay que cumplir una serie de requisitos para poder entrar. Nunca a nadie se le ocurriría, y espero que estas líneas no contribuyan a que algún lumbrera llegue a ese absurdo, demandar a una discoteca por no permitir la entrada con chándal, o a un club de militares por no permitir que los civiles se puedan unir, por poner un par de ejemplos, y mucho menos veremos manifestaciones por las calles donde se exija que cambien sus estatutos para dar cabida al resto de la sociedad. (Me imagino a la asociación del chándal exigiendo la libertad de sus miembros para entrar en las discotecas amparándose en la libertad de vestimenta).
Las iglesias son asociaciones que tienen una serie de normas éticas y morales con las que podemos estar de acuerdo o no estarlo, a ninguno de nosotros se nos exige u obliga a pertenecer a tal o cual iglesia, es absurdo que un colectivo de personas solicite que la iglesia renuncie a sus creencias para poder pertenecer a ella, cuando, como en toda persona que desee pertenecer a alguna asociación, cada individuo ve si puede cumplir los requisitos que dicha asociación solicita y si no puede, pues no se hace miembro, así de sencillo.
Así pues, el que solicita por medio de la presión social que tal o cual colectivo cambie las normas para adecuarse a ellos, realmente está coaxionando la libertad de los miembros de dicha asociación. Viene siendo el "libertad para mí, pero para tí no", y obviamente, si lo pensamos un poco, veremos que es totalmente lógico.
Y es que si tienes libertad de elección, utilízala, pero no intentes coaxionar la libertad de otros para tener la tuya, la libertad de cada uno termina cuando empieza la libertad del otro, y esto también es en sentido contrario. Bien simple, coges una Biblia, y si ves que no te gusta lo que lees nadie te obliga a seguirla. Yo debo reconocerlo, me resultaba imposible atenerme a las normas morales sobre la sexualidad que hay en la Biblia y que algunas iglesias sostienen, por lo tanto, nunca se me ocurriría manifestarme (Debería haberlo hecho, con la Asociación de Fornicadores por un mundo mejor) para que la iglesia tal o la secta cual me reconociesen mi libertad sexual.
Yo respeto a los homosexuales, son gente adulta que dan salida a su libertad sexual tal como los heterosexuales la dan a la suya. Es natural que existan leyes que les protejan tal cual se proteje a las parejas heterosexuales, dándoseles derechos por parte de las autoridades civiles las cuales sí tienen la obligación de legislar para proteger los derechos de todos los individuos por igual. Sin embargo, yo también creo en cosas distintas de la Iglesia Católica, así que lo tuve muy simple, no soy católico, creo en cosas distintas que los mormones, y no soy mormón. Nunca se me ocurriría, porque es absurdo, manifestarme para que la iglesia se adapte a mí. No dejemos que la locura se vuelva rutina.
P.D.: Creo que los colectivos pro derechos hacen mal metiéndose con la Iglesia si no los quieren, también la iglesia se equivoca con sus manifestaciones sobre estas personas, no confundir este escrito con las críticas a cosas que dice la iglesia, que obviamente son criticables por entrar a juzgar a personas a las cuales no tiene derecho a criticar.